El empleo del calentamiento de inducción en el ámbito de los tratamientos, ya es consolidado, tanto por lo que se refiere al temple superficial de detalles metálicos o tubos, como por lo que se refiere al tratamiento superficial según específicas características como el bronceado, la nitruración, etc.
Eligiendo de forma oportuna la densidad de potencia y la frecuencia de trabajo, es posible controlar el calentamiento localizado de las piezas y realizar espesores de temple según especificación en detalles mecánicos, obtener una repetición elevada del tratamiento y anular las deformaciones mecánicas que se podrían generar con un calentamiento de tipo convencional.
La posibilidad de tener elevadas densidades de potencia en la zona de calentamiento hace que el calentamiento de inducción resulte idóneo incluso en el tratamiento de hilo o barras en continuo o de tubos, incluso de notable tamaño y elevado espesor.
Instalaciones de temple de inducción en continuo cada vez más a menudo se acoplan con hornos de inducción para el revenido del material en líneas compactas y extremadamente flexibles.
